LA PESCA COMO RECURSO ESTRATÉGICO DE LA ARGENTINA BICONTINENTAL. Por Dante Cantero
INTRODUCCIÓN
Las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y sus espacios marítimos e insulares son, tanto para La República Argentina como para el Reino Unido, mucho más que un territorio. Las Islas Malvinas son un territorio que se encuentra usurpado por el Reino Unido desde 1833, es decir, hace ya 190 años que hay una ocupación ilegítima en dichas islas. ¿Por qué el Reino Unido le da tanta importancia a un territorio ubicado a más de 12.000 kilómetros del propio? Existen varias razones, tanto de recursos económicos como de posiciones geopolíticas y de estrategia militar, pero la industria pesquera es la fundamental.
Resulta fundamental entender que Argentina no solo es un territorio terrestre sino que el mar también es una gran parte del país. Argentina no solo debe pensarse como un país agroexportador en términos económicos, si no también como un país marítimo. Los beneficios económicos de ser un país marítimo, la importancia del Atlántico sur y su potencial económico son puntos clave para Argentina.
La industria pesquera argentina es superavitaria, hay una gran abundancia de recursos marinos vivos en el mar argentino, pero actualmente en el país el consumo de pescado es bajo comparado a otros países.
LA LUCHA POR LA SOBERANÍA ECONÓMICA DEL MAR ARGENTINO, LAS ISLAS MALVINAS E ISLAS DEL ATLÁNTICO SUR
Las Islas Malvinas son un archipiélago de América del Sur. Están situadas en el Mar Argentino, poseen una superficie de 11.718 km2 y se compone de dos islas, Soledad y Gran Malvina. Se encuentra a unos 600 km de la costa y cuenta también con islotes más pequeños. En las Islas Malvinas no hay población humana autóctona.
Uno de los puntos clave que se debate acerca de su soberanía es quién fue el descubridor y quien la habitó por primera vez. El Reino Unido sostiene que navegantes ingleses fueron descubridores en los albores del siglo XVI; sugiriendo también una ocupación en el siglo XVIII en la cual decretaron que el territorio pertenecía al entonces imperio británico. Sin embargo, esos datos son inexactos y no hay evidencia lítica e ineludible que determine la autenticidad del relato inglés. Las posibilidades de descubrimientos españolas e inglesas no son verídicas; el descubrimiento verídico de las islas se les atribuye a los países bajos, en ese entonces los Estados Generales de Holanda. Una expedición conocida como los “cinco buques de Rotterdam” al mando de Sebald de Weert, quién tras la vuelta a su patria, describió haber avistado las islas. Este descubrimiento fue reafirmado por otra flota holandesa 16 años después. Los ingleses no serían hasta el siglo XVIII que ostentaran evidencia de descubrimiento/ocupación de las islas.
En cuanto a ocupación concierne, si bien existieron distintos viajeros que avistaron las islas, otros que incluso desembarcaron y las exploraron, se data que la primera colonia asentada en territorio fue de origen francés, la colonia Bougainville fundada por la expedición de mismo nombre. Una vez asentada la primera colonia, se daría la primera ocupación inglesa del territorio, a través de la expedición de Anson, cuyo fin era explorar clandestinamente los mares del sur. Byron llegaría y haría posesión del puerto, denominándolo Port-Egmont, y de un puñado de isletas en nombre de Su Majestad Jorge III. Más tarde, sería enviada una tripulación inglesa con el fin de comenzar un establecimiento en las Islas. Esto quiere decir, que incluso las primeras ocupaciones inglesas en Malvinas, ya eran intrusivas.
Francia, quien había fundado una colonia en Malvinas, cedería más tarde el derecho de posesión a España. Se discutió, Francia reconoció el reclamo Español, y tras un arreglo equitativo, España reivindicó las islas. Boungainville relataría que tras el reclamo español, él fue a entregar el establecimiento a los españoles; entonces, podemos decir que tras Holanda no hacer un reclamo de propiedad de islas a pesar de sus navegantes ser sus fehacientes descubridores, Francia era quien ostentaba un derecho de propiedad tras organizar su primer establecimiento en las islas, y ocuparlas con un fin de invertir capital para trabajar dentro del territorio. Sin embargo, este derecho fue concedido de Francia a España tras entender que el reclamo español tenía fundamentos; luego de llegar a un arreglo económico ambas partes salieron satisfechas y tras los acontecimientos anteriormente relatados, España ostentaría la propiedad de las islas, tanto por una cuestión territorial como por una cuestión de ocupación. Una vez cedido el establecimiento de Boungainville, España ocuparía efectivamente las islas hasta llegada la independencia: la nación naciente Argentina heredaría este territorio de la corona española, y el gobierno de Buenos Aires reocuparía Puerto Soledad. Luego, el gobierno adjudicaría a Luis Vernet las islas, con derecho de pesca, siempre y cuando éste funde una colonia en sus primeros tres años. Es interesante esta cuestión, ya que, desde esos tiempos, la pesca era de suma importancia y se veía como una de las principales fuentes tanto de trabajo. Cabe destacar en este punto la cuestión de la pesca ya que, tras relatar brevemente los acontecimientos históricos, esta es la primera vez en la cual la pesca ya es parte de la historia de Malvinas: si se quisiese formar una colonia en el territorio, se debería pescar. Para tener soberanía marítima era necesario trabajar los mares, aunque sea a una pequeña escala; el hecho de que el gobernador Luis Vernet tenga derechos exclusivos de pesca ya dejaba subyacer una causa más allá de un simple territorio, existía en esos tiempos una tentativa, al menos, de poseer soberanía marítima.
En esta historia, un punto de inflexión clave fue el conflicto con tres embarcaciones norteamericanas. El comandante Vernet no fue capaz de darle fin a los merodeos marítimos y terrestres extranjeros; esto demuestra que ya había barcos pesqueros que navegaban las costas de Malvinas. Esta información también es relevante dado que aquí ya empezamos a encontrar la primera evidencia histórica de que existía un interés extranjero en la pesca de los mares de Malvinas, y que desde aquella época hasta el día de hoy, no cesa este merodeo de los mares por barcos extranjeros. Asimismo resulta clave remarcar que los primeros acercamientos extranjeros a las islas fuesen en pos de aprovecharse de los recursos vivos marinos del territorio marítimo argentino, teniendo en cuenta que, la injerencia norteamericana en las islas iba a desembocar en un problema diplomático con Estados Unidos tras la captura de embarcaciones norteamericanas por parte del comandante Vernet. El conflicto con Norteamérica en las islas, y el hecho de que, Argentina apenas estaba en un proceso de formación y consolidación que duraría décadas, llevó a una reocupación inglesa de las Islas; el saqueo por parte de los norteamericanos fue seguido años después y en 1833, por un ataque inglés a Puerto Soledad, y un principio de ocupación ilegítimo que se mantiene hasta el día de hoy.
Tras la ocupación, el gobierno de Buenos Aires, protestaría y haría los reclamos correspondientes. Sin embargo, estas protestas, bien fundadas, no serían tenidas en cuenta como tales por los británicos, quienes se desentenderían de los hechos y buscarían argumentos históricos convenientes para justificar la usurpación ilegítima del territorio. Gran Bretaña alegaría que cuando ocuparon una parte del territorio, lo bautizaron Puerto Egmont para luego marcharse pero nunca prometieron que habían abandonado las islas formalmente. El gobierno de Buenos Aires se mantendría firme en sus protestas y a través de Moreno, haría otra vez las protestas correspondientes en Londres. No obstante, las respuestas de la corona británica serían contundentes: no querían otorgarle este derecho a las Provincias Unidas, para ellos no existía disputa alguna, simplemente tomaron las islas por la fuerza, y con justificaciones pobres e infundadas se adjudicaban el derecho de posesión de las islas.
Me parece importante recalcar, como desde aquella época, la cuestión Malvinas estaría atravesada por problemas de usurpación marítima extranjera para obtener los recursos del mar que allí se encontraban, dando a conocer que, desde ya hace más de 200 años, existía una importancia a tener en cuenta en lo que al territorio marítimo y sus recursos concierne. En 1869, Augusto Laserre relataría la importancia de las islas por su posición geográfica:
“No es mi intención, ni creo oportuno este caso, para entrar en consideraciones políticas sobre la no devolución de ese inmenso territorio que hemos prestado a los ingleses, un poco contra nuestra voluntad, pero no quiero dejar pasar esta oportunidad sin deplorar la negligencia de nuestros gobiernos, que han ido dejando pasar el tiempo sin acordarse de tal reclamación pendiente, y haciendo con imperdonable indiferencia más imposible cada día la integridad de la República Argentina.
Es de suponer que la ilustración del actual Gobierno Nacional comprenda la importancia de esa devolución, que él se halla en el deber de exigir del de S.M.B., pues que esas islas, por su posición geográfica son la llave del Pacífico, y están llamadas indudablemente a un gran porvenir, con el probable aumento de población de nuestros fertilísimos territorios. A ustedes, los de la prensa, es a los que compete, llegado el caso, tratar esa cuestión.” (Lasserre, 1869)
Es interesante cómo en este pasaje, Lasserre remarca la cuestión del gran porvenir y de su posición como llave del pacifico: un gran porvenir que con el pasar de las décadas sería una realidad: Malvinas es rica en recursos naturales, hay hidrocarburos, hay pesca, hay recursos valiosos en tierra y mar. Y en cuanto a la afirmación de la posición geográfica, se podría decir que es otra de las razones por las cuales el Reino Unido mantiene la usurpación sobre las islas, le sirve como un punto geopolítico clave: tiene presencia en los mares del sur y cercanía al territorio antártico. Es notable ver, incluso siglos atrás, navegantes como Lasserre podían entender la importancia de Malvinas, más allá de un territorio por ocupar.
En el siglo XX, la cuestión Malvinas, estaría atravesada por una serie de encuentros diplomáticos en la ONU, con un gran avance argentino tras la resolución 2065.
En 1966 iniciaron una serie de ruedas de negociaciones bilaterales en Londres, de las cuales se informaba a la ONU. Argentina se comprometió ante el Reino Unido a respetar los intereses y el modo de vida de los habitantes de las islas, según el mandato de la Resolución 2065 (XX) y RU manifestó voluntad de resolver la cuestión de la soberanía. (Altieri, 2022)
Podemos ver como aquí se marcó un avance clave, que llevaría a negociaciones pacíficas y, a la resolución de la cuestión Malvinas a través de la vía diplomática, vía que se vería averiada tras la muerte de Juan Domingo Perón y la llegada de la junta militar al poder. El gobierno de facto argentino, en su etapa final, llevaría una ofensiva hacia las islas, desatando una guerra que terminaría con la propia rendición de Argentina: no voy a ahondar mucho en la guerra, mas creo que si vale la pena mencionarla, ya que es una cuestión clave para entender porqué hoy en día el Reino Unido se mantiene inflexible ante los justos reclamos argentinos. Tras la finalización de la guerra, el Reino Unido entendió que las negociaciones diplomáticas estaban acabadas, y que la soberanía del territorio había sido disputada en la guerra, y al ser victoriosos, detentan legítimamente la posesión de las islas hasta el día de hoy. En cuanto a Argentina, desde la finalización de la guerra hasta 2003, se mantuvo cauta. Tras el arribo a la presidencia por parte de Néstor Kirchner, inició lo que se conoce el proceso de malvinización, proceso que sería interrumpido por el gobierno de Mauricio Macri en 2015, tras buscar una relación de subordinación en pos de una nueva “integración al mundo”.
MAR ARGENTINO E INDUSTRIA PESQUERA
El territorio marítimo argentino dentro de las 200 millas marinas alcanza los 3.146.345 km2, dentro del cual, están las Islas Malvinas (11.410 km2), las Georgias del Sur (3.850km2) Sándwich del Sur (310 km2), las islas Shetland del S. (3.687 Km2) y las Islas Orcadas del S. (750 Km2).
Existe una gran importancia en reconocer a Argentina como un país marítimo, teniendo en cuenta que una gran extensión de su territorio es mar. También es pertinente hacerlo debido a la cantidad de recursos que se encuentran en él, y su gran potencial económico. Darle la entidad que se debe a esta extensión de nuestro territorio es un punto clave tanto en materia económica como en lo que a soberanía se concierne.
Sin embargo, a lo largo de los años, se ha hecho foco en Argentina como un país únicamente agroexportador, y se ha dejado, quizás, en el olvido, la rica extensión marítima que posee el país, pero esto va más allá de un gobierno en específico. La sociedad argentina no tiene en cuenta la real dimensión del Mar argentino, que se extiende a lo largo del territorio. No solo en Buenos Aires hay mar, costa y playa, también las costas marítimas se pueden recorrer a lo largo de la Patagonia. Es decir, en Argentina no hay una gran cultura del mar, de la navegación: el mar está más relacionado con el ocio y vacacionar pero no con la exploración marítima. Es una cuestión cultural. Ir al mar es para buena parte de los argentinos ir a la costa de la provincia de Buenos Aires que se extiende de Punta Rasa a Monte Hermoso. Y comprende, significativamente, una cantidad de localidades balnearias, pero sólo dos puertos de importancia: Mar del Plata y Necochea […] La costa patagónica, el litoral marítimo más extenso de la Argentina, suele no ser tenida en cuenta, al menos en primera instancia, cuando se nombra el mar. [Duizeide, 2017]
Existe, también, una dejadez por parte del Estado, los distintos gobiernos que solo ven a la industria pesquera y sus recursos como commodities, que no invierten lo necesario para tener una industria pesquera fructífera. La prefectura naval argentina parece ir en contra de la navegación y la armada en sí, parece no tener las herramientas ni el presupuesto necesario para llevar a cabo una protección verdadera de nuestros recursos marítimos.
La conclusión es tan evidente como aciaga: Argentina no sólo no tiene flota mercante propia –dos decretos de necesidad y urgencia la hundieron allá por los brillosos años 90–; además, sus puertos casi no son puertos, su Armada no tiene cómo proteger eso que en los mapas aún se denomina Mar Argentino y su Prefectura sabe obrar como un organismo creado no para la seguridad de la navegación sino para impedir que se navegue. [Duizeide, 2017]
La estimación del potencial económico del Mar Argentino, según el informe técnico N.º 10 elaborado por los investigadores Gustavo Baruj y Sergio Drucaroff del Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTI), desarrollado para el período 2016-2035, arroja, en un escenario medio, los siguientes resultados:
● Potencial económico (PE): 669.598 millones de dólares.
● Puestos de trabajo directo prospectado (PTDP): 568.751 empleos (a).
● Generación de divisas (GD): 3.964.091 millones de dólares.
Estos datos resultan de las siguientes actividades 2016-2035 vinculadas al Mar Argentino:
● Petróleo y gas: PE: 218.596 M de U$S; PTDP: 3.960 empleos; GD: 261.092 M de U$S.
● Energía Oceánica: PE: 11.964 M de U$S; PTDP: 7.875 empleos; GD: 5.971 M de U$S.
● Pesca marítima: PE: 35.749 M de U$S; PTDP: 67.182 empleos (b); GD: 21.449 M de U$S.
● Acuicultura: PE: 307.118 M de U$S; PTDP: 293.544 empleos; GD: 307.118 M de U$S.
● Turismo: PE: 53.055 M de U$S; PTDP: 192.692 empleos; GD: 5.421 M de U$S.
● Industria Naval: PE: 3.200 M de U$S; PTDP: 4.000 empleos; GD: 1.400 M de U$S.
Este informe nos muestra la relevancia que tiene el Mar argentino, y el valor económico que posee. El Atlántico sur podría otorgar a la República Argentina aproximadamente 600.000 mil puestos de trabajo genuino; esto requeriría una gran inversión, como también así una gran capacitación de personal. Con estos datos podemos entender la importancia del Mar Argentino en términos económicos. Hoy, en una economía de crisis, se podría encontrar tanto una gran entrada de divisas como un aumento del empleo que favorecerían a la resolución de problemas del país: el dólar y el desempleo. Darle la importancia necesaria al atlántico sur es un gran acierto, y le otorgaría grandes beneficios económicos al país.
Sin embargo, el Atlántico sur no solo tiene beneficios económicos. También beneficia en lo que concierne a otras cuestiones: cambio climático, regulación ambiental, mantener el mar libre de contaminación.
Existe una explotación marítima por parte de buques de otros países en la cercanía de las costas argentinas; esto se debe tal como lo señala Duizeide a que la armada no sabe cómo proteger correctamente nuestro mar, y peor aún, la prefectura naval no otorga garantías de navegación.
El Atlántico Sur es imprescindible para regular el ambiente y clima continental. Es un importantísimo proveedor de proteínas y con los actuales descartes al mar de especies pesqueras se podría proveer tres millones de raciones diarias destinadas a la alimentación social y la reducción de la pobreza. El desarrollo de la acuicultura acompañaría a la tendencia mundial donde la maricultura y la acuicultura ocupa no menos del 50% de la producción pesquera total; además, de ser un garante de la disponibilidad de este recurso a perpetuidad, frente a la depredación sostenida que viene sufriendo la explotación marítima. (Lerena, 2019)
En la actualidad, la depredación sostenida es una realidad: barcos extranjeros depredan la cercanía del mar argentino. La agencia no gubernamental Greenpeace da muestra de lo sucedido, explican que, tras acabar la Zona Exclusiva Económica (ZEE), varios de estos barcos chinos, rusos, españoles, llevan a cabo una pesca muy intensa, con mucho descarte; es un tipo de pesca destructiva, esto debido a que aproximadamente 500 embarcaciones extranjeras merodean por los límites del mar argentino. Sin ningún tipo de regulación ni preocupación por el impacto ambiental estas embarcaciones llevan a cabo sus labores, con la ventaja de que es un área sin regulaciones, estos pueden explotarla sin más para su propio beneficio. Asimismo, esta manera de pescar deja una gran cantidad de descarte, que podría aprovecharse. También existen bombardeos de exploración petrolera que deja a su paso mamíferos, aves y peces afectados junto al clima y al ecosistema en general.
En cuanto a la preocupación del gobierno sobre estos temas, hubo diferencias en los últimos periodos. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y el de Mauricio Macri (MM) tuvieron implicaciones diferentes en esta área, mientras que el gobierno de CFK lanzó en 2014 el programa pampa azul (PA), el de MM y no tenía al mar dentro de sus prioridades en agenda.Esto se debió a que los ministerios encargados de llevar a cabo el programa PA tuvieron recortes presupuestarios importantes. La idea del programa que lanzó CFK era que a través de los ministerios se empiece a realizar una investigación centrada en el mar argentino; este fue un gran paso para que el mar se incorpore de manera efectiva al territorio nacional. El PA también contribuyó a la ampliación de la ZEE, por lo tanto, se puede decir, que el programa no solo generaba un gran aporte a la ciencia nacional y al reconocimiento del mar como una fortaleza que pudiese dar beneficios científicos y económicos, sino que también existió una ampliación y rectificación de la soberanía nacional. La ampliación se dio porque la ZEE se agrandó, y la rectificación porque el decir presente en nuestros mares es también una forma de marcar territorio y demarcar los límites en dichos mares y hacerlos propios trabajándolos, teniendo una continua presencia, otorga soberanía marítima, la cual es necesario que se reivindique para seguir con el justo reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.
El sector pesquero argentino posee un perfil exportador. Gran parte del producto recogido por esta industria se destina a la exportación; sin embargo, en las últimas décadas existe un estancamiento que incluso posee una tendencia decreciente. La problemática aquí, es saber hasta qué punto esto tiene causas puramente naturales, y cuánto de esta tendencia decreciente se debe a la exploración de barcos extranjeros en los límites del ZEE y de la búsqueda de petróleo que puede llegar a contaminar el área; también es importante demarcar el perfil exportador de nuestra industria pesquera.
Según la FAO, el consumo global de productos pesqueros alcanzó un máximo histórico en 2018, esto quiere decir que en las últimas décadas el consumo humano de pescado ha crecido a lo largo del mundo; existe una tendencia creciente alrededor del mundo, y por lo tanto esta demanda llevó también a un aumento de la pesca de captura, la cual encontró su límite en la década del 80. El aumento de consumo fue general; sin embargo, en Argentina, hay un nivel reducido de consumo, es decir, el consumo interno del pescado no ha crecido como en otras partes de la región. Llama la atención, sin embargo, que el consumo interno argentino no haya crecido a la par de otros países latinoamericanos y se mantuviese incluso inferior a la media: si bien es cierto que, el sector pesquero es mayormente exportador, realmente se debería plantear como objetivo a mediano y largo plazo que el consumo interno aumente; si bien entra en vigor un factor más triviales como la preferencia popular, también para lograr esto se debe llevar a cabo una mejora en la capacidad productiva del sector.
La flota comercial argentina -en su gran mayoría extranjerizada- pesca en nuestros mares aproximadamente 900 mil toneladas anuales, que en su gran mayoría tiene destino de exportación por un orden superior a los 2.200 millones de dólares, es una pesca volumétrica que genera un descarte de especies de menor valor comercial para las grandes empresas pesquera donde la ganancia queda en manos de 15 o 20 grupos poderosos que reportan en el puerto de Vigo (España). [Carrizo, 2021]
El desarrollo del sector pesquero en la actualidad está subordinado al mercado externo, si se incrementase el consumo interno, existe la posibilidad de que, la industria pesquera y acuífera, requieran de un mayor presupuesto y una mayor atención; la combinación de exportación y consumo interno podría llevar a un boom del sector pesquero que traería, según los datos, un gran beneficio económico y ayudaría a combatir el hambre. Es decir, al mismo tiempo que ingresan divisas por la exportación, el incremento de producción para consumo interno podría tener un efecto que lleve los precios de los productos pesqueros a la baja en el mercado interno haciendo que más gente tenga acceso a una proteína de gran valor. Es por eso que la posición dominante actual del sector pesquero, y el mar en general, debiera ser revista en pos de sacarle el máximo provecho tanto en términos económicos como soberanos.
El mercado externo fue determinante para el desarrollo del sector pesquero, al ser el núcleo dinamizador de la cadena de valor. Las exportaciones del complejo pesquero muestran un desempeño que puede dividirse en tres etapas, según la información disponible (desde 1994). La primera, que transcurre entre 1994 y 2005 inclusive, se caracteriza por envíos al exterior que no terminan de despegar y rara vez superan los USD 1.000 millones (solo en 3 de los 12 años comprendidos). En la segunda etapa, desde 2006 hasta 2015 inclusive, las exportaciones del complejo pesquero muestran una tendencia al alza –a pesar de que en algunos años se observan caídas interanuales–, superan sistemáticamente los USD 1.000 millones y en los últimos años rondan los USD 1.500 millones. En la tercera etapa, desde 2016 a 2019, los despachos externos aceleran su crecimiento para alcanzar en 2018 un récord histórico en el valor exportado, de USD 2.100 millones. (Carciofi et al., 2021)
MALVINAS Y LOS RECURSOS PESQUEROS DEL MAR
Existen varios puntos clave que determinan la importancia inherente al territorio de las Islas Malvinas, tanto marítimo como continental.
Su importancia es innegable, no solo para la soberanía nacional; si no también para la geopolítica mundial. Las posturas del Reino Unido son relevantes para el contexto mundial, y el hecho de tener presencia en el atlántico sur es un punto clave para ellos. También para el desarrollo económico tanto del Reino Unido como de la región.
El Estrecho de Magallanes, los Pasajes de Beagle y Drake, posibilitan la comunicación interoceánica Atlántico-Pacífico y son fundamentales para el monitoreo e intervención en el comercio mundial. [Lajtman y Wainer, 2020]
Esto quiere decir que Malvinas tiene un impacto clave en el comercio mundial, ya que sirve como conexión entre ambos océanos, por donde transitan importaciones tanto de EUA como de Europa occidental. Otra clave en la geografía de Malvinas es su cercanía al continente antártico, un territorio que posee grandes atributos: recursos naturales, minerales, agua dulce, además de una gran biodiversidad. Aquí hemos expuesto como la ubicación geográfica de Malvinas tiene una gran repercusión tanto en términos comerciales, como en términos de soberanía nacional; pero también en términos de recursos naturales. El hecho de que el sector pesquero sea exportador en Argentina, lo conecta de manera inequívoca con la importancia de que una parte del comercio mundial transite por los mares que la rodean. En cambio, en las islas, el sector pesquero tiene una gran importancia a nivel local, es un factor fundamental para su economía.
En la última década, la pesca representa más de la mitad de los ingresos de la economía de las islas, a partir del sistema de licencias ilegales. Durante 2011, 118 buques con licencia británica pescaron un total de 232.000 toneladas. Solo por calamar, en 2012 se pescó por un valor superior a los 1600 millones de dólares, producto de la captura de 50 toneladas por día. [Lajtman y Wainer, 2020]
Estos datos son precisos para comprender la importancia de Malvinas, el Reino Unido saca grandes ganancias y productos del mar argentino, teniendo en cuenta que su ocupación de las islas es ilegítima ya que fueron usurpadas por la fuerza. Asimismo los recursos marinos que extraigan de los alrededores y de las cercanías, son recursos que deberían pertenecer al Estado argentino. Es probable que el estado argentino no sepa sacarle el gran provecho que actualmente le saca el Reino Unido, por eso es que Argentina debe darle una notable atención a su mar, pensarse como un país marítimo en sí, para luego poder reclamar la soberanía no solo continental sino también marítima de las Islas Malvinas acompañado de un escenario económico más favorable.
[…] el ingreso per cápita […] de los habitantes de Malvinas asciende a 100,7 mil/año, como producto de la pesca (39,4%), hidrocarburos (20,6%), administración y defensa (11,6%), servicios (11,2%) y otras actividades (17,2%), muy por encima del PBI per cápita de la ciudad autónoma de Buenos Aires, de 24 mil y, solo por debajo de Qatar y Luxemburgo. [Lerena, 2019]
La importancia económica de Malvinas para la industria pesquera es crucial, y se deja entrever en los datos, Malvinas económicamente es vital, tiene un alto PBI; y gran parte de ese PBI proviene únicamente de la pesca (39,4%). Entonces, podemos comprender con este dato, lo valioso que es la industria pesquera para la economía de Malvinas. Y lo importante que sería ostentar la soberanía del territorio continental, y que no existiesen los embarques del Reino Unido que saquean nuestro mar ilegalmente a través de las licencias de pesca otorgadas de manera arbitraria.
Estas primeras cifras ponen en evidencia la importancia de la representación económica que tiene la pesca y a la vez comprender cómo impacta en las potencialidades de desarrollo de una economía y su pueblo [Carrizo, 2021]
CONCLUSIONES
Malvinas sin lugar a duda es un punto geográfico clave, entre otras muchas cosas, para la industria pesquera nacional. Los datos que he ido recogiendo y plasmado a lo largo del trabajo dejan en claro la necesidad de que el territorio marítimo argentino no sea explotado por otras naciones. Por ello, es justo reclamar la soberanía de nuestro mar y ejercerla también. Empero, para lograr esto se deben realizar muchos cambios, entre ellos y uno muy importante es el cambio cultural. Es imperioso un Estado que brinde educación e información acerca del mar argentino. Argentina debe dejar de ser considerado un país únicamente agroexportador, también se debe empezar a pensar a sí misma como un país marítimo. Para esto también debe haber un cambio en las decisiones, hacer que los productos de la pesca sean también de consumo nacional; que no sean simplemente commodities. Se debe aprovechar la pesca no solo para exportación sino también para consumo interno, convertir el pescado en un recurso soberano; que los precios dejen de ser prohibitivos para un sector de la población. Se debe ocupar y trabajar el mar argentino, y consolidar nuestra soberanía marítima para también demostrarle al Reino Unido que estamos ahí; y que también a través del desarrollo de una industria pesquera soberana le disputaremos la soberanía del territorio continental de Malvinas.
Las riquezas del mar que entran en juego cuando se habla de Malvinas son incalculables, es el futuro, debería ser “nuestro futuro”. Lo peor que nos puede ocurrir es ignorarlo. [Aparicio, 2021]
BIBLIOGRAFÍA
-Paul Groussac, Las Islas Malvinas, 1910
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005671.pdf
-José Hernández, Las islas Malvinas [Lo que acerca de este territorio argentino escribió el autor del Martín Fierro en 1869, y los detalles que de su viaje por las islas le comunicó Augusto Laserre, artículos publicados en el periódico El Río de la Plata, 1869] http://pensamientopoliticoarg.blogspot.com/2013/01/malvinas-argentinas.html?q=malvinas
-Mariana Altieri, COMPRENDIENDO LA CUESTIÓN MALVINAS Estatus jurídico e historia del diferendo de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y espacios marítimos circundantes
-Juan Emilio Sala, “Pampa Azul: el mar como territorio”, en Ciencia, tecnología y política, Universidad Nacional de La Plata, Revista de la Cátedra Libre Ciencia, Política y Sociedad, 8/ 2018.
-Juan Bautista Duizeide, “Escrito sobre el agua”
-Tamara Lajtman y Luis Wainer, “La cuestión Malvinas y la geopolítica del Atlántico Sur”, 2020.
http://www.iade.org.ar/noticias/la-cuestion-malvinas-y-la-geopolitica-del-atlantico-sur
-César Lerena, “El PBI Del Atlántico Sur Argentino”, 14/ 2, 2019
-Gastón Rodríguez, “El mar saqueado: 470 pesqueros extranjeros depredan el límite de la Zona Económica Exclusiva”
-Ignacio Carciofi, Florencia Merino y Luciano Rossi, “El sector pesquero argentino: un análisis de su potencial exportador”
-Nicolás Baccaro, “Ex combatientes de Malvinas y un 9 de Julio atípico en La Plata: Langostinos en una olla popular”
-Luis Aparicio (Ex soldado combatiente de Malvinas, secretario del CECIM, Mg Ing. Ambiental), “Malvinas: los recursos del mar, ¿son de la patria?”
-Rodolfo Carrizo, Malvinas y los recursos pesqueros
Malvinas y los recursos pesqueros – Agenda Malvinas
-Rodolfo Carrizo (Presidente del CECIM La Plata y docente del Seminario Malvinas Comunicación y Nación de nuestra casa de estudios), “10 de junio: Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico”