¡CIRCO BEAT! Punteo sobre seguridad ciudadana en tiempos del anarcocapitalismo.

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“Y los monos están devastando este lugar. Llegaremos en jeep, llegaremos a la ciudad” (Fito Páez. Circo Beat. 1994)

Por: José Queruza

En seguridad tres acontecimientos tiñen de rojo sangre los diarios, las pantallas televisivas y los portales de internet: la desenfrenada violencia narco en Rosario, una creciente ola de asaltos callejeros seguidos de muerte, perpetrados por jóvenes menores de edad en el conurbano bonaerense, y la persistencia oficial a sostener un discurso punitivista, marketinero y demagógicamente represivo difundido por los medios de la Capital Federal a todo el país, pero sin aplicación ni sustento real, en la misma Ciudad que lo emite y amplifica.

Los tres puntos encuentran un hilo común y se enlazan en la gestión de Patricia Bullrich, uniendo el gobierno de Mauricio Macri con el de Milei. La llamada “Doctrina Chocobar”1, que sostiene que la policía debe disparar primero y preguntar después, sin medir consecuencias, la idea de que “el que quiera andar armado, ande armado”, que el narcotráfico se soluciona militarizando la sociedad y declarándole la “guerra” a los narcos, como si una ciudad fuese una selva, y que la solución para los jóvenes que roban está en la cárcel, son todos planteos tan brutales, como viejos, e ineficientes.

Circo beat

 La “guerra” a la droga, cruzada que inició Estados Unidos en los 80 con Regan, ya fracasó en todo el mundo. Pero tampoco decimos con esto, que se le debe dejar el territorio libre a las bandas organizadas, como sucedió desde que Milei y Bullrich asumieron, frisando todo lo que se venía haciendo en Rosario desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, a fines del gobierno de Alberto, con la conducción de Aníbal Fernández, cuando “Los Monos” amenazaron a la familia de Messi. Ahora, cuando se vuelven a contar los cadáveres, se dan cuenta que hay que reactivar los operativos y dejar las internas del PRO (Pullaro-Larreta-Bullrich) para otro momento, porque todo el gobierno provincial puede patinar en los charcos de sangre rosarina.

Mientras tanto, desde el gobierno, se emite un discurso irresponsable, importado, que reclama una acción “a lo Bukele”, una propaganda imposible de ser sostenida desde la realidad con fuerzas con escasa capacitación, sin profesionalismo ni transparencia y sin preparación para desempeñarse en un territorio complejo, hostil y socialmente roto.

Entonces, ¿puede solo la policía frenar la escalada de violencia?

La ideología represiva o la denominada “Doctrina Chocobar”, no es la solución al problema sino la profundización de un error, como si un relojero quisiera arreglar a los golpes una máquina de reloj con un martillo de carpintero, seguramente va a ser mucho ruido, pero el resultado desastroso.

Pero entonces, ¿qué hacemos?

En primera instancia tenemos que decir que hay que tener un ESTADO PRESENTE, capacitado, ágil y actualizado, claro que esto está lejos de lo que sostienen los liberales prebendarios y anarcocapitalistas de Macri y Milei.

Segundo, ABANDONAR LA PROPAGANDA DEMAGÓGICA REPRESIVA, porque sólo genera más confusión en la sociedad y en las mismas fuerzas de seguridad. Cuando se alienta a salir a tirar tiros a lo Rambo, no se tiene en cuenta que esos efectivos deberán comparecer ante la Justicia y en el momento de “comerse una Causa” no va a aparecer ni el Chapulín Colorado para rescatarlos. 

Tercero. Es necesario hacer una DEPURACIÓN, CAPACITACIÓN Y PROFESIONALIZACIÓN permanente de las fuerzas de seguridad. No se trata de un hecho coyuntural, de cambiar las cúpulas policiales cada tanto, transferir efectivos con historial de un lado a otro, ni cursitos aburridos que llenen las horas de “academia” o algún aumento salarial que alce la moral del personal, aunque todo aporte que dignifique la tarea de personas que son maltratadas y verdugueadas desde las escuelas de policía, por sus jefes y la institución misma, resulte bienvenido y urgente.

El llamado “Estado Policial”, que obliga a los efectivos de la PFA (desde una legislación firmada por Videla2) a actuar a los tiros en caso de robo o asalto a la manera de un John Wayne  o Robocop de película yanki, se contradice con los actuales protocolos de actuación que hacen hincapié en la seguridad del efectivo, a través de la aplicación de formas más racionales y actualizadas como persecuciones virtuales con cámaras de seguridad, comunicaciones satelitales con telefonía celular, coordinación de cerrojos por cuadrículas y detenciones con mayoría y saturación de efectivos. También las jornadas infinitas de vigilancia, recargadas de horas, sin dormir, con una mala alimentación, con familias imposibilitadas de encontrar una rutina más o menos racional y cotidiana y siempre al borde de la descomposición y el conflicto. Y por si fuera poco, la obligación a llevar y traer el arma a todos lados, convirtiéndose muchas veces en el motivo de la muerte de un efectivo o la razón de un mal desempeño compelido por el “Estado Policial”. Cabe señalar, que en este punto no hay acuerdo dentro de los mismos efectivos, que declaran sentirse “desnudos” o “indefensos” sin sus armas reglamentarias. 

Cuarto, CREAR CUERPOS  FEDERALES DE SEGURIDAD DE ACCIÓN RÁPIDA Y ESPECIALIZADOS EN TEMAS ESPECÍFICOS. En los territorios conviven y se interrelacionan entre sí delitos comunes con delitos complejos que se articulan con los poderes políticos, judiciales y de seguridad locales, generando relaciones clientelares y de convivencia mafiosa. No se pueden investigar las redes de trata, narcotráfico, robos de auto y desarmaderos, etc, con las mismas herramientas conceptuales y fuerzas de seguridad que operan en la cotidianidad con parámetros parroquiales de acción policial. 

Quinto. MODERNIZACIÓN, MEJORA Y DISEÑO DEMOCRÁTICO DE LAS CÁRCELES y del sistema penitenciario, que debe pensarse para la dignidad, educación, formación y reinserción social y no sea un medio de tortura y alienación de los presos, una escuela de la delincuencia peligrosa, como es actualmente.

Sexto. ABORDAR DE FORMA COMPLEJA Y MULTIDISCIPLINARIA LA DELINCUENCIA ADOLESCENTE, estableciendo un régimen especial de imputabilidad desde los 16 años, que no pase por el encierro, sino que ponga un real interés en la inclusión social, en la integración a los sistemas educativos y la asistencia multiagencial de las familias, convocando a diversas instituciones de la sociedad civil a integrar una red activa de participación (club de barrio, escuelas, asociaciones de fomento, comedores populares, movimientos sociales, Iglesias, etc).

Séptimo. El debate punitivo, tiene dos caras que resultan inútiles. Las posiciones demagógicas represivas, tienen su contrapartida en el llamado “garantismo” o “de los derechos humanos”, que en definitiva es una denominación peyorativa que hizo la derecha punitivista de los sectores de izquierda que alzaron su voz a principio de los 80 y 90, contra los edictos policiales, el gatillo fácil, las razzias y las masacres carcelarias, heredadas de las policías de la dictadura. 

Desde la experiencia política kirchnerista, vale la pena recordar aquella máxima de Néstor que decía “EL CONFLICTO SOCIAL NO SE REPRIME”, también estableció criterios para llegar a un acuerdo político multipartidario en 2009, de los 10 puntos para la seguridad ciudadana que se denominó “SEGURIDAD DEMOCRATICA”3, y que continúan siendo una guía necesaria para futuros diseños de políticas públicas de seguridad que resultan superadoras de falsas dicotomías.

Octavo. De esos debates inconducentes que solo generan histeria, es el de “Taser, sí, Taser, no”. Aquí diremos que esa arma, en principio, no se distingue de otras, que usadas sin preparación y profesionalismo resultan letales, y en efectivos sin una formación democrática, herramientas de abuso policial. 

Sin embargo, LA TASER TAMBIÉN PUEDE RESULTAR UN ELEMENTO ÚTIL EN SITUACIONES COMPLEJAS de desborde, como el caso que en 2020 conmocionó los medios cuando en Palermo Chico, a pocos metros del MALBA, un hombre apuñaló y mató a un efectivo de la Policía Federal que intentaba contenerlo. En ese caso, dónde el efectivo policial pierde su vida, porque no quiso dispararle con su arma de fuego, la pistola de descarga eléctrica hubiera sido una opción posible, y todo lo contrario sería en situaciones donde ese recurso se utilice para reducir personas en procedimientos recurrentes y habituales como conflictos con personas en situación de calle, con problemas mentales y psíquicos, de alcoholismo y adicciones, violencia callejera, tumultos y manifestaciones populares.   

De la seguridad ciudadana a la seguridad comunitaria

Noveno. LAS INSTITUCIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y LAS FUERZAS DE SEGURIDAD DEBEN ESTAR EN UN DIÁLOGO PERMANENTE para delinear y articular políticas locales de seguridad. La experiencia que le continúo a las Asambleas Barriales de 2001-2002-2003 en CABA, con mayor o menor desarrollo, fueron las llamadas MESAS DE SEGURIDAD barrial dónde los vecinos le presentaban los reclamos y necesidades concretas a los comisarios como lugares para colocar cámaras de seguridad, establecer “corredores seguros” que protegieran la circulación de los niños y niñas que iban al colegio y las paradas de colectivos que resultaban conflictivas.

Décimo. LA PARTICIPACIÓN DE LOS VECINOS Y LA CIUDADANÍA, Y LA OCUPACIÓN DE LOS ESPACIOS COMUNES, ALEJA LA DELINCUENCIA. Es un dato de la realidad, que en las ciudades, el espacio que se abandona es ocupado por la delincuencia. Las veredas, calles, esquinas y plazas que han sido intervenidas con iniciativas culturales, asambleas, reuniones de vecinos, manifestaciones políticas asociativas, ollas populares y comedores comunitarios, la conflictividad delincuencial se ha desplazado y ha mostrado un camino alternativo o diferente a niñxs y adolescentes de esos barrios, y ha abierto debates contra la discriminación hacia los sectores empobrecidos, los “cartoneros” y lxs jóvenes (la gorra visera como estigma y demonización).  Es necesario, PENSAR UN MODELO DE SEGURIDAD DEMOCRATICA Y COMUNITARIA, ARTICULADA CON EL ESTADO, CON INTERVENCIONES MULTIDISCIPLINARIAS Y MULTI AGENCIALES

Notas al pie

  1. https://www.clarin.com/politica/patricia-bullrich-presento-nuevo-reglamento-uso-armas-da-libertad-fuerzas-federales-disparar-caso-peligro_0_ciRfbSklCp.html ↩︎
  2. LEY N°21.965. LEY PARA EL PERSONAL DE LA POLICIA FEDERAL ARGENTINA (1979) https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/45000-49999/45954/texact.htm ↩︎
  3. Diez puntos de acuerdo por la seguridad democrática (2009) https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-137771-2009-12-29.html ↩︎
Bandera de Los Monos en la barra de Newell´s (Foto P/12)

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