¿QUÉ PASÓ? Lo que nos dejaron las elecciones 2025. Por Mariano Noceto

La realidad es que cuando mezclamos sentimientos con objetividad, se nos nubla el bosque y no vemos la realidad pasando por delante de nuestras narices. Aunque no era descabellado prever un escenario arrollador de fuerza patria sobre la libertad avanza, hasta los más pesimistas pronosticaban un resultado como tal. Pero muy lejos de eso se dio un domingo muy particular, donde varios actores políticos y grupos de poder jugaron sus cartas como sobremesa de una elección clave, que habría significado el vértice final de la gestión mileista si éstos no hubieran operado. Ahora bien, propongamos una mirada integral, porque de hecho si buscamos respuestas, es lo que mas vamos a encontrar, justificaciones y piolines desde una primera mirada subjetiva que sobrevuele la coyuntura actual. Situándonos en las elecciones del 7 de septiembre, se llegó a una saturación social, y también política. Donde el gobierno nacional tuvo que acudir por segunda vez al endeudamiento para contener la bicicleta financiera (carry trade), para seguir financiando una ficción económica que, si no fuese por la enorme deuda externa que nos están dejando, además de los ajustes pertinentes, estallaría todo en mil pedazos, con default técnico, vaciamiento, saqueos, y una fuerte depresión socio económica, que replicaría no necesariamente, sino que se estimaría algo peor, al estallido del 2001. Teniendo en cuenta esta coyuntura, la sociedad se expresó en las legislativas provinciales de Bs As, como termómetro electoral del país, y la realidad es que se dio un batacazo en la mayoría de las secciones electorales, dando como efecto un resultado arrollador en cada municipio y asegurando la legislatura bonaerense. Esto significó ver una cara desgastada del pueblo donde se envalentonó para darle un aviso a Milei, de que no todo estaría en orden, es decir, “Pará la mano Milei”. Este antecedente fue la antesala de lo que ocurrió el domingo 26 de octubre, donde el poder real decidió manifestarse y salió a jugar la cara real del establishment que históricamente viene oprimiendo entre velos y oficinas, al pueblo argentino. Es decir, refiero al único imperio anglosajón que tuvo intereses en nuestra región; Estados Unidos.

Desde una perspectiva internacional, teniendo en cuenta lo ocurrido en septiembre, Donald Trump tiró a la cancha al jefe del tesoro de EEUU; para que ordene y opere sobre nuestra economía local, con una injerencia tal sobre nuestra política y el flujo de nuestra moneda, donde realizó compra directa de pesos, como si viniese a un kiosco a comprar parte de nuestra soberanía, (que es lo que vino a hacer). Teniendo en cuenta este actor político de primer calibre sobre la región, hay que dimensionar que es quien tracciona los organismos clásicos internacionales, como el banco mundial, el FMI, la OTAN, entre otros. Y lo que vino a hacer es a jugar al T.E.G. en nuestro país, teniendo en cuenta su derrumbe hegemónico del mundo ante la avanzada de China, entre otros bloques de países. Por lo cual nos envió un emisario del tesoro a ordenar lo económico, y a la vez el mismo Trump es quien sale a jugar desde lo político, para ordenar la Derecha Argentina en toda su expresión, por eso teniendo en cuenta las declaraciones de Axel Kicillof, coincido que este ordenamiento alinea todo el eje de internas de la coalición neoliberal o como se la quiera llamar, donde tanto en LLA, Macri, radicales cooptados y Provincias Unidas, quedaron todos subsumidos a una bajada de línea transversal ordenada desde la Casa Blanca. A la vez todo esto se significó en una amenaza directa donde hombres y mujeres, familias que están teniendo un pasar durísimo en su economía doméstica, lo que menos quieren es más crisis y desestabilización social, por ende, este mensaje coercitivo, se traduce en una valoración del orden democrático, que a titulo personal, considero que simplemente se profundizará la crisis, y se estira un poco mas de tiempo el colapso total a cambio de un voto dominado.

Análisis subjetivo del panorama local

Siguiendo la línea recorrida de trabajo podemos considerar que en la previa electoral se jugaron tantas apuestas políticas, esquemas de derrota o victoria, y a la vez una resultante de un conjunto fluctuante de intereses y acciones colectivas derivadas de los acuerdos de poder. En el armado de listas tanto para Fuerza Patria como para la LLA, hubo victoriosos y heridos post candidaturas definidas, a la vez hay que tener en cuenta una mirada histórica de lo que suele pasar con el peronismo sobre las legislativas en base a estos últimos tiempos, donde solía pasar que es una asignatura pendiente lograr ese triunfo electoral. A la vez sucedió que en la presentación de listas, sobre todo en fuerza patria, hubo una tensión de negociaciones entre la propuesta de la Cámpora, y la propuesta de Kicillof; donde ya con el diario del lunes podemos decantar que para las nacionales el armado en su mayoría, más allá de los acuerdos, fue todo de Cristina, y que sin embargo quieren aducirle la derrota al gobernador de Bs As, ya sea por la estrategia del desdoblamiento, o bien por considerarlo incapaz de ponerse el traje a nivel nacional. Esto es una interna no resueltas puertas adentro, que a vivas voces se puso en juego la Patria, y a la vez un respiro para la gobernabilidad de Milei, que su gestión tuvo que atravesar horas de terapia intensiva porque la crisis política, económica y social lo asechaba desde distintos frentes.

Teniendo en cuenta los efectos electorales, podemos poner sobre el análisis, que, si bien hay una clara tendencia del voto joven, hacia los segmentos libertarios, además de una clara falta expectativa de futuro viable. Desde Fuerza Patria no se propuso nada tentador para estos segmentos etarios, ya sea como plataforma electoral, o bien como campaña política del candidato principal hablándole a las juventudes. Esto no sucedió, y sigue dejando campo libre para que Milei avance con su propuesta hacia estos sectores de la sociedad. Que además por otra parte, en estas elecciones la izquierda supo capitalizar el momento de crisis, y logro aumentar su poder electoral, que, a criterio personal, Grabois podría haber apuntado a ese voto, y sin embargo no hubo una estrategia política en ese sentido. Esta desconexión a sectores electorales estratégicos, como una izquierda peronista presente, juventudes desconectadas de la coyuntura política, y además por otra parte sectores del peronismo disgregado, como Cuneo, Fernando Gray, entre otros, aportaron a que se diversifique el voto; y en este sentido con la bajada de línea internacional con la derecha ordenada, es que llegaron mejor encolumnados a las elecciones de octubre y pese a las sospechas de fraude, tuvieron un mejor desempeño electoral.

Teniendo en cuenta las internas en fuerza patria, otra tira de análisis hizo eje sobre la función de los intendentes, quienes son una de las primeras ventanillas donde los vecinos plantean respuestas para resolver sus necesidades. Y justamente una critica que se realiza sobre el armado de listas, es que éstos, teniendo un rol clave en las elecciones, no han tenido ningún candidato que los representase a nivel nacional. Es un condimento más a una interna abierta que no supo encontrar canales de resolución en ningún tipo de herramienta partidaria, y se plasmó de lleno en la contienda electoral de octubre. Por lo cual de ciertos sectores se entrecruzaban acusaciones, de lo que seria la falta de actividad de campaña, y la merma de aparatos partidarios que fortalecen la practica democrática facilitando el voto para los sectores mas anegados de la sociedad; algo que claramente en septiembre mostro su cara participativa.

En septiembre hubo una muestra de unidad mas acordada, y eso tuvo resultados exitosos, donde Axel Kicillof se puso al frente de la campaña provincial, con acuerdos políticos, armado de listas, integración del voto extranjero, fuerte presencia de los aliados y actores políticos comprometidos en buscar esos votos para poder ganar. En octubre todo ha sido a contracara, donde el armado, cierre de listas y falta de acuerdos, correspondía mas a otro sector del peronismo que no supo resolver. Fueron unas elecciones donde LLA pudo aprovechar las nuevas reglas de juego donde se modificó el método de sufragio del sistema electoral, y a sabiendas que sobre la marcha tuvo que sortear el conflicto de Espert que bajó su candidatura por denuncias relacionadas al narcotráfico, tema sensible teniendo en cuenta que en esas mismas semanas hubo un triple femicidio relacionado con esa temática, en los rincones mas vulnerables del conurbano. 

Por otra parte días previos a la elección, el famoso cambio climático se sumo a la agenda diaria de la población, donde las precipitaciones en ese fin de semana, estuvieron acompañadas por una serie de fuertes tormentas que una vez mas se tradujeron como inundaciones perjudicando a la población, que se suma a un hartazgo social porque el año ha sido muy ajustado, muy violento, y las condiciones no previstas no colaboraron a una jornada que una vez mas el voto estuvo cargado de bronca y miedo ante un futuro incierto, donde en testimonios cotidianos se refleja que lo ultimo que se perderá es la esperanza. Con barrios inundados, calles y autopistas anegadas, candidatos que no convocan, falta de propuestas y demás; el sentimiento planteaba un escenario, pero la mirada objetiva nos decía otra cosa, pese a que no se quiso ver. Una contienda democrática de tercios, se plasmó en una elección polarizada, donde se plebiscitó a nivel nacional la gestión de Javier Milei, y pese a todo tipo de acusaciones, gran segmento de la población habló. Así que reflexionemos a nivel social; sectores radicales se volcaron hacia su espacio político, cacerolazos no se han escuchado pese a los ajustes, hay poco tiempo de gobierno, baja participación traducida en falta de creencia política, parte de la población sigue derechizada por la carencia de propuesta política por parte del peronismo, las internas siguen no resueltas. Por lo cual no debería sorprendernos que sectores populares sigan buscando refugio de esperanza en la derecha, y lo cual el día posterior al 26 de octubre, lejos de haber miradas victoriosas, había rostros de bronca, desilusión y tristeza, porque el pueblo sabe que lo que en realidad ocurre, es una conducción en disputa y una falta de propuesta programática que asegure el porvenir de las familias argentinas.