40 años de democracia y una asignatura pendiente: educación igualitaria. Por: Gabriela Bustos

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La noción de equidad implica una redistribución y bienestar social razón por la cual tiene un carácter profundamente político, y es un debate cuya solución es ética.

POR: Gabriela Bustos

INTRODUCCIÓN

La educación y el conocimiento son un derecho humano fundamental y un bien público, y la equidad educativa es un objetivo deseable. Esta equidad, entendida como los resultados deseables a obtener se complementa con el principio de igualdad de oportunidades. Para lograr esto no solo es necesario que se garantice el acceso al sistema educativo sino que resulta fundamental una compensación de las desigualdades materiales de origen mediante políticas públicas de intervención tanto dentro como fuera de la escuela.
De acuerdo a los resultados obtenidos y a la bibliografía consultada, las implementaciones para lograr una equidad educativa y por ende acortar la brecha de desigualdad no se cumple dado que no se observa que reciban más aquellos que menos tienen sino que todo lo contrario, reciben más los que más tienen. Tal como señala “Educación y desigualdad social”, “La mayoría de las desigualdades que hoy existen en el funcionamiento de los sistemas educativos tienden efectivamente a reforzar las diferencias sociales, ofreciendo menos y peor educación a quienes más dificultades tienen” (2006:40). Los adolescentes de las escuelas públicas son los que alcanzan menores niveles de aprendizaje cognitivos según los datos del “Sistema Abierto de Consulta – Aprender” del Ministerio de Educación de la Nación, en base a evaluaciones del 2017 en el área de matemática. Las condiciones educativas y las herramientas con las que cuentan tanto en su ámbito familiar como en las escuelas los coloca en desventaja en relación a otros grupos sociales de escuelas privadas. A su vez, si tomamos la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, notamos que se da una desigualdad dentro de las escuelas de gestión estatal de las distintas comunas. Este contexto de desigualdad se vio acrecentado por la irrupción de la pandemia de coronavirus y ha sido visibilizado poniendo en agenda su trato urgente.
La pregunta clave para realizarse es si es posible generar una política social para paliar y acortar esta brecha de desigualdad en sociedades cada vez más fragmentadas. En la actualidad no existe un “nosotros” sino una sociedad totalmente dividida en barrios elitistas que no solo no sienten como conciudadanos a aquellos que habitan en comunas pobres sino que los sienten como “enemigos”. En este contexto de fragmentación y ausencia de solidaridad resulta muy difícil pensar a las políticas de redistribución y bienestar social como efectivamente realizables. Es en este sentido y  tal como se señala en “Educación y desigualdad social”, “La desigualdad no solo genera pobreza, sino que además es el origen de una profunda crisis de cohesión social.” (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2006:17).
Resulta imperativo reflexionar acerca de la brecha de desigualdad imperante en nuestros estudiantes y crear estrategias para poder afrontarla y reducirla. La pandemia del 2020 ha visibilizado una situación que de hecho se viene dando desde hace décadas y que cada vez se agrava más. Para observar esta situación se ha tomado como muestra a las escuelas de gestión pública de las comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

LA EDUCACIÓN Y SU MARCO LEGAL EN LA ARGENTINA

Teniendo en cuenta lo expresado en el artículo 3 de la Ley de Educación Nacional que sostiene que “la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa”, y a su vez el artículo 4 manifiesta que “…la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad (…) garantizando la igualdad, la gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho”  es fundamental que el Estado sea garante de que estos artículos se efectivicen. En un mismo sentido esta ley establece que uno de los objetivos de la política educativa nacional es el desarrollo de las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y comunicación.
Lo anterior queda enmarcado en el derecho de enseñar y aprender consagrado por el Artículo 14 de la Constitución Nacional, los tratados internacionales incorporados a ella y el Capítulo Tercero de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
De todo esto se desprende que la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, y es responsabilidad del Estado, en este caso en particular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fijar políticas públicas educativas. Las mismas deben asegurar los principios de equidad, igualdad y excelencia con el fin de que los niveles obligatorios educativos sean para todos iguales. Dado los distintos contextos imperantes es responsabilidad estatal redistribuir los recursos a fin de garantizar una justicia distributiva y equidad en la oferta educativa pública e igualar las oportunidades de todos los estudiantes.
Por último y en el marco de las tecnologías necesarias para una educación de calidad y una nivelación superadora de las escuelas secundarias de gestión estatal, el plan Conectar / Igualdad previsto en el Decreto 459/10 establece lo imprescindible de crear un programa para incorporar las nuevas tecnologías para el aprendizaje en línea y red y por ello se le proporciona “… a alumnas, alumnos y docentes de la educación pública secundaria y especial una computadora y la capacitación a los docentes en el uso de dicha herramienta”.

EQUIDAD EDUCATIVA EN SOCIEDADES HETEROGÉNEAS Y FRAGMENTADAS

La idea de llegar a una educación de calidad para todos es un desafío que si bien hoy está muy lejos es un camino a recorrer en etapas sin interrupciones para poder alcanzar dicha meta. Para ello es imprescindible la gestión de políticas públicas y la interacción permanente de Estado – comunidad educativa – sociedad. Este no es un camino fácil dado que esto implicaría lograr un resultado exitoso dentro de una sociedad donde se dan procesos profundos de exclusión. Es aquí donde entra en debate el tema de la igualdad en sociedades heterogéneas y donde aparece el concepto de equidad educativa. En una comunidad donde sus integrantes son muy diferentes es muy complejo trasladar la igualdad a todas las dimensiones de la vida. El economista Amartya Sen lo explicó muy bien en “Nuevo examen de la desigualdad” cuando señala en un ejemplo que una persona discapacitada y otra que no lo es pueden tener los mismos ingresos pero cómo impactan éstos en su calidad de vida será muy diferente ya que una de ellas está físicamente disminuida. Es por ello que si lo que se desea, según este ejemplo, es dar prioridad a la igualdad en la calidad de vida, pues la persona discapacitada deberá tener un mejor ingreso que la otra (1995: 33). Con este ejemplo queda claro que no puede exigirse la igualdad en ambas dimensiones (ingresos y calidad de vida). Es un debate cuya solución es ética. Y es aquí donde aparece el concepto de equidad como ordenador por encima de la igualdad, organizando y estructurando las distintas dimensiones alrededor de una igualdad fundamental. Esa igualdad fundamental es la educación de calidad para todos, y es el Estado a través de la gestión pública quien brindará equidad redistribuyendo mejores ingresos a aquellas instituciones educativas que más lo necesiten. Desde esta perspectiva la diferencia que realizará el Estado entre una escuela y otra es una desigualdad justa ya que aporta equidad. Como se señala en Educación y desigualdad social, “(…) sólo se pueden legitimar desigualdades si las mismas están orientadas al logro de una igualdad fundamental, estructurante y organizadora de todas las demás.” (2006:35)

Esta noción de equidad implica una redistribución y bienestar social razón por la cual tiene un carácter profundamente político. Es por ello que resulta imperativa la participación de distintos actores (comunidad educativa, sociedad) en la elaboración de políticas estatales, de evaluación y control de sus resultados. Para que esta comunicación de doble vía sea exitosa el Estado debe estar permeable al diálogo con la comunidad educativa para poder aprovechar el potencial de contribución. Tal como señala Oscar Oszlak en “Gobierno Abierto: hacia un nuevo paradigma de gestión pública”, “(…) los funcionarios políticos (…) se deben mostrar dispuestos a funcionar bajo nuevas reglas” (2013: 6). Es decir que el Estado debe contribuir al empoderamiento de los docentes para poder lograr un diálogo donde ambas partes contribuyan a una mejor calidad educativa. La información es un gran recurso de poder para ambas partes, ofrece una valiosa capacidad para actuar o tomar decisiones. Este manejo conjunto de información brinda a ambas partes, Estado y comunidad educativa la posibilidad de: 1) identificar la presencia de un problema, 2) considerar opciones para una posible solución y 3) implementar los recursos para dicha solución y realizar el seguimiento necesario para una evaluación de resultados. Estos pasos serán exitosos si la totalidad de la información se maneja entre ambas partes a lo largo de todas las etapas y si existe un empoderamiento real, efectivo de la comunidad educativa por parte del Estado. 

Ahora bien, existe la hipótesis que para mejorar el sistema educativo es necesaria una reforma del mismo, que con redistribución solamente no alcanza. Esto es real, pero también es igualmente cierto que si primero no se elimina o disminuye en su defecto la brecha de desigualdad, no es posible implementar exitosamente ninguna reforma educativa. Si no se implementan instrumentos para disminuir la brecha de desigualdad entre las distintas escuelas de gestión estatal y entre los alumnos en particular, es imposible comenzar a debatir acerca de diferentes modelos de planes educativos para lograr una educación de calidad. El objetivo no debe estar orientado a una mejora de la calidad educativa sino a una educación de calidad PARA TODOS, el foco es la equidad educativa. 

Escuelas Especiales porteñas protestan por cierre y ajuste

LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EDUCATIVAS ACTUALES

A partir de la suspensión de clases presenciales en Argentina debido a la pandemia (Resolución 108/2020 del Ministerio Nacional de Educación del 15/03/2020), se puso de manifiesto la problemática de la educación a distancia y se diseñaron distintas estrategias educativas:

  • Portal Seguimos Educando donde se ofrece material educativo para todos los niveles y para que los docentes preparen sus clases virtuales
  • Biblioteca Digital  con 100 títulos
  • Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP’s) que son transmitidos por las señales de TV y radio que dependen de la órbita de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública
  • Se coordinó con el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) la gratuidad de navegación en la plataforma Seguimos Educando

A estas estrategias se le suma lo ya pautado oportunamente mediante Decreto 459/10 Plan Conectar / Igualdad que implicaba la entrega de notebooks y tablets a alumnos de las escuelas públicas. En la Ciudad de Buenos Aires esto último no fue implementado a la totalidad de los alumnos de las escuelas secundarias sino a un porcentaje muy pequeño debido a las condiciones exigidas para poder acceder a las mismas:

  • No poseer ningún dispositivo tecnológico en el hogar
  • Ningún miembro de la familia con quien se conviva posea equipamiento del Plan Sarmiento BA
  • Ser beneficiario de la Asignación Universal por Hijo (AUH)
  • Ser beneficiario de becas alimentarias y/o transporte escolar del Ministerio de Educación

Muchos estudiantes por ejemplo no aplican para la AUH o para las becas alimentarias y de transporte pero sin embargo no cuentan con dispositivos y están imposibilitados de pedir los mismos. 
El Plan Sarmiento instaurado por el Gobierno Porteño en 2011 estuvo dirigido a alumnos de 4º a 7º grado de escuelas primarias. En el caso de los alumnos secundarios se entregaron carros con netbooks para que los alumnos las utilicen en las aulas. Asimismo les provee dispositivos a los docentes titulares de las escuelas de educación primaria común, adultos, especial y escuelas normales de gestión estatal. Todo esto forma parte del Plan Integral de Educación Digital (PIED), iniciativa del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Lo que en un principio era más básico, hoy en día se basa en 5 pilares:

  • Atelier Digital dirigido al Nivel Inicial
  • Plan Sarmiento dirigido al Nivel Primario (entrega de dispositivos de 4º a 7º grados)
  • Espacios Digitales dirigido al Nivel Primario y Secundario
  • Aprendé Programando dirigido al Nivel Secundario 
  • Codo a Codo (curso de especialización)

Todo esto dentro de un portal digital colaborativo Integrar Buenos Aires en el que se encuentra una Biblioteca Digital. 

Tanto el portal nacional de Seguimos Educando como el del Gobierno de la Ciudad Integrar Buenos Aires son opciones con material de lectura, material audiovisual y guías para el trabajo en casa. Lamentablemente no han sido de gran utilidad en el contexto de la pandemia o de educación a distancia para mantener una relación sincrónica entre estudiante – docente. Si bien tienen material didáctico para que los estudiantes utilicen, están más orientados al entretenimiento que a un seguimiento de la currícula. La mayoría de los docentes los han utilizado como repositorio de tarea y materiales pero muy pocos propusieron actividades de aprendizaje activo. Es necesaria una plataforma desde la cual los docentes puedan subir material, los estudiantes acceder al mismo, y que puedan conectarse sin tener que recurrir a plataformas alternativas como el Zoom, o Google Meet que usualmente colapsan.
Otro gran inconveniente de toda esta operativa es que los alumnos secundarios no tienen acceso a dispositivos como mencionamos anteriormente. El programa PIED no otorga dispositivos a estos estudiantes sino que arma aulas tecnológicas dentro de las escuelas, pero en la virtualidad el acceso a las mismas está restringido. A esta situación se le suma el hecho de que no todos los hogares cuentan con internet.
Por ello es que durante la pandemia, cada escuela debió establecer de qué manera y qué herramientas implementaba para garantizar la continuidad pedagógica. Algunas escuelas se comunicaron vía Zoom u otras plataformas, otras lo hicieron vía mail con sus alumnos, algunas se manejaron únicamente con los cuadernillos que entregó el gobierno y otras combinaron distintas metodologías. Pero no existió una unificación de criterios y esto provocó una mayor desigualdad entre los jóvenes, no sólo entre escuelas públicas y privadas, sino entre las mismas escuelas públicas dependiendo de la zona en que se encontraran. Por otro lado, la virtualidad exige una adecuada conexión a internet, lo cual también genera una desigualdad: el acceso a internet no es homogéneo y universal en toda la ciudad; no todos cuentan con dispositivos de calidad necesaria para realizar las tareas escolares.
Si bien el Gobierno Porteño implementó ciertas medidas, no alcanzaron a disminuir la brecha de desigualdad ya que éstas no fueron instauradas en profundidad. En los últimos datos de las pruebas Aprender 1 de cada 5 estudiantes de educación primaria no tiene acceso a internet, mientras que el 15,9% de los estudiantes secundarios se encuentra en dicha situación. (Artopoulos, 2020)

Es necesario por un lado, implementar el mismo circuito de entrega de netbooks que el establecido en la primaria, por lo menos para los primeros 4 años de secundaria. Por el otro, es menester que el ENACOM garantice la gratuidad para navegar dentro de la plataforma estudiantil.

20/12/2016. Gentileza Atalaya Sur. Villa Soldati: el Gobierno Porteño no cumple con el compromiso de terminar el edificio para la E.E.M N° 5

UNA SOCIEDAD DESIGUAL

Las problemáticas anteriormente mencionadas son generales a todas las instituciones educativas pero luego se le suman los problemas específicos de cada escuela, de cada comuna y de su comunidad educativa.
El siguiente cuadro muestra el nivel de desempeño en escuelas secundarias de gestión estatal en el 2017 donde se observa las diferencias que surgen entre ellas. Tal como mencionara anteriormente hay diferencias muy marcadas en el rendimiento entre las distintas comunas; las comunas 4 (Barracas – La Boca – Nueva Pompeya – Parque Patricios) y 8 (Villa Lugano – Villa Soldati – Villa Riachuelo) tienen un muy bajo rendimiento si las comparamos con las comunas 10 (Floresta – Monte Castro – Vélez Sarsfield – Villa Luro – Villa Real) y 14 (Palermo). Y estos resultados son solamente tomando las escuelas de gestión estatal dado que si se incluyeran las de gestión privada la brecha de desigualdad aumentaría.

CUADRO I: Nivel de desempeño en el área de Matemática. Pruebas Aprender 2017. Escuelas secundarias de gestión estatal. Comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

COMUNADebajo del básicoBásicoSatisfactorioAvanzado
Comuna 135,28%23,02%35,12%6,57%
Comuna 225,89%24,93%43,40%5,78%
Comuna 329,03%29,75%33,90%7,32%
Comuna 442,71%29,11%26,23%1,95%
Comuna 534,56%29,00%32,72%3,73
Comuna 630,45%26,75%35,54%7,25%
Comuna 736,23%30,96%30,15%2,66%
Comuna 844,49%29,23%23,96%2,31%
Comuna 925,81%27,44%39,82%6,93%
Comuna 1022,80%19,75%43,32%14,13%
Comuna 1132,33%28,58%36,19%2,90%
Comuna 1233,51%29,89%32,90%3,70%
Comuna 1327,60%28,31%37,23%6,86%
Comuna 1427,91%24,92%37,62%9,55%
Comuna 1527,71%25,68%34,77%6,07%

Fuente: Sistema Abierto de Consulta – Aprender 2017

Las diferencias mencionadas entre las comunas dan cuenta de la imposibilidad de implementar estrategias pedagógicas e institucionales homogéneas. La homogeneización ahonda asimetrías, concentra riquezas. Es por esto que identificar las problemáticas específicas de cada institución y de la comuna es indispensable para poder desarrollar una estrategia puntual para lograr una educación equitativa. Tal como se señala en Educación y desigualdad, “Un sistema educativo es equitativo si además de proveer los conocimientos básicos establecidos garantiza igualdad de oportunidades frente a una educación superior” (2006: 40). Y para lograr esto primero se debe identificar las dificultades puntuales y nivelar superadoramente a los estudiantes.
Otra problemática a tener en cuenta es la cantidad de alumnos por docente ya que para poder identificar problemas específicos es fundamental evitar aulas hacinadas. Si bien la cantidad de alumnos por docente se encontraba regulada hasta el 2006 en el reglamento escolar, esto fue modificado cuando se eliminaron las disposiciones sobre número máximo de estudiantes sobre docente. En este sentido y de acuerdo a datos recabados se observa que el porcentaje de aulas superpobladas es superior en las comunas más pobres que en las más ricas, impactando negativamente en el rendimiento académico de los alumnos.

CUADRO II: Secciones con más de 27 alumnos en comunas pobres

ComunaMatrículaEscuelasSecciones TotalesSecciones con más de 27 alumnos
Comuna 4949023359144
Comuna 162211826634
Comuna 8947114321232
Total2518255943410

Fuente: elaboración propia en base a datos de ACIJ – Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia

CUADRO III: Secciones con más de 27 alumnos en comunas ricas

ComunaMatrículaEscuelasSecciones TotalesSecciones con más de 27 alumnos
Comuna 136123233414
Comuna 106094203018
Comuna 125036212838
Total172536492520

Fuente: elaboración propia en base a datos de ACIJ – Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia

De los cuadros II y III se desprende que las comunas más pobres tienen aulas más superpobladas, al mismo tiempo que una mayor matrícula con menor cantidad de escuelas. Esto también impacta en la disponibilidad de vacantes y la implementación de reubicación de alumnos fuera de su comuna. El hecho de vivir en una comuna pobre aparece como un fuerte determinante de las condiciones en que estudiarán quienes residen en dicho lugar. En las comunas más necesitadas es poco probable que se genere una relación pedagógica óptima y que el docente pueda identificar procesos problemáticos precisos. Si cruzamos el cuadro II con el rendimiento escolar del cuadro I observaremos que aquellas comunas con peores resultados académicos se condicen con las comunas más pobres y con aulas hacinadas (comunas 4, 8 y 1). Asimismo si hacemos lo mismo con el cuadro III observaremos que las comunas listadas en dicho cuadro se corresponden con los mejores rendimientos del cuadro I.
Por lo tanto, el Estado no solo debe redistribuir recursos a aquellas escuelas de comunas más necesitadas sino que a su vez debe crear más escuelas para poder descomprimir la superpoblación y que entonces la interacción sea más óptima. 

Sin embargo, estas inversiones (en su mayoría tecnológicas) y la redistribución de recursos, se enfrentan con el riesgo de convertir a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su desarrollo tecnológico en una entidad que piensa por sí sola, donde los ciudadanos se individualizan y se transforman en meros generadores de datos y receptores pasivos de las mejoras tecnológicas; este escenario direcciona a la ciudad hacia un modelo tecnocrático de gobierno que anula e imposibilita la dimensión colectiva y en donde los ciudadanos dejan de ser protagonistas para transformarse en generadores pasivos de información digital.
La desconfianza hacia las instituciones públicas, la corrupción y la incapacidad estatal de dar respuesta a los principales problemas colectivos se entrecruzan con la creciente necesidad social de ampliar espacios y marcos de participación política que trascienden el compromiso electoral.
A pesar de esta crisis de las democracias occidentales, también existe una necesidad de participación ciudadana que se manifiesta por medio de múltiples acciones colectivas como proyectos de ley, movilizaciones, campañas, etc, que dan lugar al surgimiento de nuevos proyectos e iniciativas que amplían el espectro democrático en donde es posible experimentar nuevas formas de gobierno y en donde la tecnología tiene un rol estratégico.
En este sentido, resulta indispensable articular una nueva relación política con la tecnología, abrir los espacios de participación y arbitrar los mecanismos para que la ciudadanía forme parte del proceso de deliberación, planificación y construcción del espacio colectivo. Aquí las escuelas secundarias deben liderar el camino preparando a los futuros tomadores de decisiones y es en este sentido en donde resulta indispensable la equidad educativa mediante la reducción de la brecha digital.

Cabe aclarar que este primer paso de trabajo para disminuir la brecha de desigualdad digital luego puede trasladarse a otras dimensiones educativas. De esta forma el Estado local puede obtener una información más fidedigna de cada institución en particular y a través de la interacción con la comunidad educativa ajustar las propuestas educativas a las características sociales y culturales de sus alumnos.

CONCLUSIÓN

Resulta imperioso implementar estrategias para reducir la brecha de desigualdad y que se garantice así la igualdad de oportunidades. Por un lado se deben implementar políticas económicas, sociales y culturales para que los estudiantes puedan ser educados y en este sentido la estrategia a implementar está por fuera de la escuela, es decir en el Estado. Por el otro, las instituciones educativas deben acercar en sus propuestas educativas el “alumno ideal” al “alumno real”. Trabajar sobre la brecha de desigualdad implica operar sobre el contexto del alumno a través de políticas públicas y sobre la escuela. Esto implica no sólo la existencia de un diálogo permanente entre Estado y docentes, sino también capitalizar los factores y buenos resultados obtenidos. De esta forma se otorga una mayor autonomía a los ciudadanos, se transforman estructuras de poder y se logra una mayor inclusión social.
Este trabajo de interacción debe ir sumando paulatinamente más actores ya que una educación de calidad para todos excede a una política educativa, se necesitan políticas integradas que integren lo educativo, lo social, lo sanitario, lo cultural y el desarrollo. De esta forma y mediante esta interacción de las distintas dimensiones, se llega a una equidad basada en la igualdad de resultados que en definitiva compensa e invierte todas las desigualdades de origen que traen los estudiantes que terminarán impactando en su educación y una mejor calidad de vida erradicando o disminuyendo los determinismos sociales.
El Estado suele trabajar sectorialmente según sea salud, educación, vivienda etc., pero los problemas sociales son transversales, atraviesan todas estas dimensiones. Por esta razón es importante que paulatinamente se vaya dando la participación de diferentes actores y así, dejar de concebir tanto las problemáticas como las soluciones como compartimentos estancos. El diálogo y la interacción continua es fundamental porque no solo las distintas partes contribuyen, cooperan y se retroalimentan sino que también la sociedad toda realiza un control para evitar abusos o inacciones gubernamentales. Mediante la interacción Estado – comunidad educativa – sociedad se pueden reconocer contextos educativos disímiles y desarrollar soluciones múltiples, planificar distintas políticas públicas con un claro conocimiento de lo que ocurre en cada comuna, en cada escuela. La interacción entre diversos actores y el Estado para el desarrollo de estrategias educativas es asumir la existencia de diversidad social y cultural en nuestra sociedad. 

Bibliografía

  1. Guia para solicitar al Gobierno de la Ciudad una computadora para uso escolar | Buenos Aires No Duerme
  2. Integrar | Buenos Aires Ciudad – Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
  3. Artopoulos, Alejandro (2020) “COVID-19: ¿Qué hicieron los países para continuar con la educación a distancia?” en Observatorio Argentinos por la Educación (abril 2020)
  4. Aprender 2017. Secretaría de Evaluación Educativa – Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. (Procesado con Redatam – CELADE/CEPAL – Naciones Unidas)
  5. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2006, Educación y desigualdad social.Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación
  6. Sen, Amartya (1995), “Igualdad, ¿de qué?” en Nuevo Examen de la Desigualdad (cap. 1), España: Editorial Alianza
  7. Oszlak, Oscar (2013), Gobierno Abierto: hacia un nuevo paradigma de gestión pública, Colección de documentos de trabajo sobre e-Gobierno Nº 5, Red GEALC

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